MICROCUENTO 1:
Me asomé a la ventana y... ¡no podía creer lo
que estaba viendo! ¡Era mi perro Arthur!
Sin pensarlo, bajé rápidamente a recogerlo le
di comida, agua y le lavé pero Arthur no me reconocía, ¡como si no me hubiera
visto nunca! yo lo recogí de la calle cuando era un cachorro, lo tenía muy
cuidado incluso algo mimado, y un día me levanté pero… no estaba en su casita.
Me asusté mucho y, al cabo de un tiempo perdí las esperanzas de encontrarlo y
hoy lo encuentro y no me reconoce. Espero que con el tiempo se sienta seguro y
se sienta en su casa.
Un saludo espero que os guste mi primer
microcuento.
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